sábado, 18 de diciembre de 2010

El éxodo

Emprendimos nuestra salida. Siendo el primer viaje para la amita, no puedo negar la tensión que esto significa, por los siguientes asegunes.
Viajar solas, sin más escolta que nuestro espíritu que si no es santo, está en lista de espera para serlo.
Viajar en camión, en un país que no está muy modernizado para un viaje cómodo y seguro para transportar bebés ni chicos, ni grandes, ni jóvenes muy maduros.

Afortunadamente hasta donde tuve el control hubo facilidades. A pesar de que los infantes viajan "gratis", solo aplica si el padre o tutor los carga todo el camino., entonces aparece la ganga que tomamos sin rechistar, que es pagar medio boleto a fin de que ocupe su asiento totalmente a sus anchas.
Dicho y hecho. Mi asistente nos encaminó hasta acomodarnos en nuestros asientos. Así mi única preocupación fue dar las instrucciones y dejar mis maletas en sus manos, en las mías iba mi hija y en mi lomito sus mamilas, muda de ropa, leche, etc. Dinero, identificación y boletos a la mano.

Primera contrariedad, cuando me dicen que no puedo subir el portabb al autobús. Ya imaginarán el angelical rostro de godzilla que puse. Pero ni por error!, es más me pregunto por qué no es obligatorio que un bebé viaje en un asiento adecuado. Salvado ese mal entendido, y aclarando que mi hija ocuparía su asiento con su chirristor y sus cinturones de seguridad, nos dieron la bienvenida.
El resto del viaje iba transcurriendo sin contratiempos hasta que el autobús se detuvo. Hora y media después volvió a ponerse en marcha. Los primeros 10 minutos, 20, 30, me entretuve hilando historias terroríficas, se me da lo de crear escenarios de todo tipo, lamentablemente ya me estaba consumiendo la incertidumbre. Lamentablemente el país tiene un ambientito que a las primeras de cambio uno piensa, ya nos van a asaltar o algo parecido. Luego piensas si es un retén de militares o de narcos, y ya de últimas pues un accidente cuadra por el tiempo de espera. En efecto, resultó ser la última opción. De los males el menor.
Y nadie por nada en el mundo tiene la decencia de avisar. Oigan fulanos hijos de vecino, fígurense que hubo un accidentote pero estamos trabajando y en cuanto sea posible podrán continuar su recorrido. No, solo era oscuridad total, y hasta que pasamos por el nudo del accidente, encontrabas la explicación al tiempo de espera.

Mi ama, que de cuna le viene la nobleza, se portó a la altura, solo despertó en una ocasión de modo poco amable para exigir su pomo. Una vez que tenía la barriga llena decidió tomarse una siesta larga, y que ahí le avisara en cuanto llegara, para bajarla sin zangolotearla mucho porque quería llegar bien peinada a ver a sus parientes que estarían esperándola. Agradezco a la bendita siesta y que no hubo necesidad de un cambio sanitario. El autobús cuenta con estación para bebés y realizar el cambio necesario. Lo que no existe es la cápsula antigravitacional. O cómo diablos sostiene uno las cosas y al hijo y limpias, y sostienes la tabla de la estación, combinado con que tienes que mantenerte en posición vertical, sin caerte en un vehículo en movimiento.
A lo mejor necesita uno unas botas y unos guantes con una sustancia adherente... preferí no averigüar como hacerlo.
Luego de muchas horas de recorrido y parada, mi amita hizo su llegada triunfal, aunque un poco desfajada.
Colgada en el interior de la cangurera, y con Morfeo ganándole las vencidas, llegó, repartiendo babas sin besos. Otro necesidad de otro pomo para recomponerle y ahora sí a sonreír aunque ya los fotógrafos habían partido.

Ahora que fui la última en bajar y en recoger mis triques. Porque han de saber, el planeta de los simios es así. Ni embarazada ni con bebé en brazos piensan que puedes necesitar alguna facilidad o preferencia. En cambio, todos se apelotonan y si te atropellan mucho mejor. Solo una persona me preguntó si necesitaba ayuda, la cual agradecí con una amplia sonrisa, y aunque no fue necesaria su ayuda, mi mayor agradecimiento fue en que fortalece mi esperanza. Todavía hay humanos en este planeta.

Lo que sigue es ir a agarrar defensas, con unas ricas viandas locales.

Y a repartir abrazos y buenas vibras que en estos días hacen mucha falta.

7 comentarios:

Cl@udette dijo...

A eso llamo yo ser valiente, si hasta el día de hoy le doy vueltas para realizar un viaje, no me imagino tener que viajar con mi tortuga en autobus....como bien dices aun hay humanos, pero por desgracias son más los simios que los ya mencionados; en fin me da gusto que hayan llegado con bien y que esten pasando unos muy agradables días en compañia de la familia, les mandamos besos y les deseamos un feliz regreso a casa sin contratiempo alguno ;)

El hombre del traje gris dijo...

cápsula antigravitacional!! jajajajaja, si hace falta una cosa de esas tambien en el baño de los camiones, hay que andar ahi haciedole al acrobata... yo por eso prefiero viajar en auto, aunque si ahorita va uno a las vivas de no encontrarse sorpresas en carretera...

aleida cantu dijo...

Menos mal que llegaron bien =)

Ahora a dejarse consentir por la parentela y disfrutar de estas merecidas vacaciones =D

Besitos a tu amita!

Jo dijo...

Mi zereth prueba superada creo que un día deberías mostrarle esto a la acompañantita seguro isfrutará tanto como yo lo leido en la crónica con esos nuevos conceptos y atavios epistolares que solo tu le puedes dar.

un toque

jajaja

el pomo
el desfaje y los besos sin baba es algo que seguro todo bebe porta ya casi desde la cuna

:D un abrazo!!

Lulu Flores dijo...

Entonces todo fueron contratiempos menores, que bueno! que disfruten mucho su estancia por allá :D

Pilar Nieto dijo...

en el último párrafo se repite "otro".

Y bueno, la verdad no te puedes quejar. Tu acompañantita es una dama. Sabe comportarse a la altura de la situación :D

Con todo y retraso, creo que les fue bastante bien. Habrá qué ver si el camino de regreso tiene segunda parte o se gesta una nueva historia.!

Besos a la familia!

LadoGe dijo...

Fase 1 superada :-)
Te fue super bien, y mira que ya que te avientes el viaje en aviòn incluye el modo "niño mareado vomitando" asi que por hoy puedes descansar de haber llegado limpia...
Jaja me acordè de cierto viaje de señora embarazada con niña pequeña donde habìa la necesidad de cruzar una montaña con curvas, barrancos y demàs, en la que el resultado final fue tocar tierra y cambiarse de ropa inmediatamismo! o hasta los vagos que rodean la terminal olerìan a flores en comparaciòn :-P

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