Extraño a mi blog.
No pensé que haría tantas pausas de forma voluntaria.
El viernes pasado, mientras comía con una amiga, me preguntó sobre mis antigüos gustos por escribir, y si dejé de hacerlo por alguna razón en especial.
Yo nunca dejo de escribir, me divierto, me río cuando veo mis historias en letras, así con todo y horrores en la redacción, meses o años después, me gusta leer lo que antes me importaba. Ahora escribo por allá. Pero por ahora he disfrutado leer cosas ajenas a lo que vivo. Que ahorita estoy en el modo pre-maternal a todo galope.
Esto lo dije de algun modo ante la actitud inquisitiva de mi amiga, así que mientras me hacía el siguiente taco de carne al pastor, le respondí:
-No he escrito en mi blog, porque lo del embarazo me ha estupidizado.
Conociéndonos, asiente y reímos, me decía, que temía externar algo por el estilo si por algun extraño modo yo estaba en una fase ñoña.
Es muy sencillo de justificarlo. Gasto muchas horas pensando en los cambios y posibilidades por realizar en el cuarto de mi hij@, otras simplemente me contemplo el ombligo y platicamos en lo que hasta ahora parece un soliloquio, pero le cuento nuestro mundo, elegimos canciones, y reímos por nada.
Eso es algo natural, supongo yo que desde las cavernas, el saberse embarazada aturde, por una razón especial, se realizan menos esfuerzos de cualquier tipo y se afana uno en el nido. El pequeño engendro ayudado de las hormonas se procura un ambiente propicio para su desarrollo aún posterior al nacimiento. Un asunto de subsistencia, como vemos.
Aunque yo conozco varios casos en los que las mamás nunca se recuperan, se quedan perdidas en el limbo, y es cuando el pequeño e indefenso bebé termina convertido en un tirano, auspiciado por ese medio materno prolongadamente inactivo. O nada más porque la estupidez que traían desde antes es imposible de ocultar.
Por cierto, es interesante, para pocas personas, el ver la cantidad de productos para bebés que existen. La mayor parte de ellos excesivamente caros y totalmente inútiles. Yo cuido hasta el dinero ajeno, y vaya, una cosa es que ande media aturdida y por una ocasión en mi vida a punto de azotar cual chango acalambrado. Pero otra distinta es que no haga lo que acostumbro antes de gastar, ver si realmente es útil, y buscar el mejor costo con la mejor calidad.
Ah un punto muy favorable, ha sido lo del rubro de antojos. En sí solo en dos ocasiones me ha pasado lo de tener la necesidad apremiante. Unas 5 rebanadas de papitas saladas, y unos tamales. Fuera de eso es totalmente controlable. El mito popular auspició que mi sacrosanta jechu, se apersonara en el búnker, cargada de algunos de mis alimentos favoritos. Así que podemos suponer que su futuro nieto, estará complacido de antojos que no tuvo pero que su madre disfrutó respaldándose en su nombre. Glotonería S.A. de C. muy V.
Yo creo que un día se darán cuenta que era mejor no mezclar estos temas por acá. Yo también me doy cuenta de ello desde ahora. Ya me urge salir a pasear. Queda pendiente, a mediano plazo, tener un lugarcito disponible y así poder comprar algunos libracos. Se me suspendió la compra porque no hay espacio físico disponible y mientras no se haga la movilización de mis cachivaches no entra un clavo más. Ya me urge que venga ese carpintero.
Lo que llegó fue un libro, a manera de 1er regalo para el bebé, donde se supone que redactaré historias fantásticas, en algun momento. O espero que realmente pueda hacer algo decoroso.
Cuando leí algunas de las preguntas-anécdotas, temo que mi sinceridad acabe con la ilusión de mi hijo, cuando a su debido tiempo lea el inicio de su historia y encuentre cosas como éstas:
¿Cómo supo mamá que estaba embarazada?... Cuando quiso tomarse una taza de café tamaño cazuela, se le ocurrió primero hacerse una prueba de forma prematura. Casi le da un infarto, con la primera de las 15 pruebas de embarazo que se hizo, nada más para confirmar.
¿Cuál fue la reacción del padre?... Abrió los ojos, hizo mutis.
Mucho me temo que piense que su madre solo estaba loca, y su padre huyó ante la noticia.
Tal vez haga falta tomarnos la licencia poética y adornar con alguna frase tipo "nuestros ojos se llenaron de lágrimas y nos abrazamos dando gritos de alegría".
O con buena suerte, este hijo mío al leer su historia verídica, solo abra los ojos, le dé un sorbo a su café tamaño cazuela y diga, de aquí soy.
No pensé que haría tantas pausas de forma voluntaria.
El viernes pasado, mientras comía con una amiga, me preguntó sobre mis antigüos gustos por escribir, y si dejé de hacerlo por alguna razón en especial.
Yo nunca dejo de escribir, me divierto, me río cuando veo mis historias en letras, así con todo y horrores en la redacción, meses o años después, me gusta leer lo que antes me importaba. Ahora escribo por allá. Pero por ahora he disfrutado leer cosas ajenas a lo que vivo. Que ahorita estoy en el modo pre-maternal a todo galope.
Esto lo dije de algun modo ante la actitud inquisitiva de mi amiga, así que mientras me hacía el siguiente taco de carne al pastor, le respondí:
-No he escrito en mi blog, porque lo del embarazo me ha estupidizado.
Conociéndonos, asiente y reímos, me decía, que temía externar algo por el estilo si por algun extraño modo yo estaba en una fase ñoña.
Es muy sencillo de justificarlo. Gasto muchas horas pensando en los cambios y posibilidades por realizar en el cuarto de mi hij@, otras simplemente me contemplo el ombligo y platicamos en lo que hasta ahora parece un soliloquio, pero le cuento nuestro mundo, elegimos canciones, y reímos por nada.
Eso es algo natural, supongo yo que desde las cavernas, el saberse embarazada aturde, por una razón especial, se realizan menos esfuerzos de cualquier tipo y se afana uno en el nido. El pequeño engendro ayudado de las hormonas se procura un ambiente propicio para su desarrollo aún posterior al nacimiento. Un asunto de subsistencia, como vemos.
Aunque yo conozco varios casos en los que las mamás nunca se recuperan, se quedan perdidas en el limbo, y es cuando el pequeño e indefenso bebé termina convertido en un tirano, auspiciado por ese medio materno prolongadamente inactivo. O nada más porque la estupidez que traían desde antes es imposible de ocultar.
Por cierto, es interesante, para pocas personas, el ver la cantidad de productos para bebés que existen. La mayor parte de ellos excesivamente caros y totalmente inútiles. Yo cuido hasta el dinero ajeno, y vaya, una cosa es que ande media aturdida y por una ocasión en mi vida a punto de azotar cual chango acalambrado. Pero otra distinta es que no haga lo que acostumbro antes de gastar, ver si realmente es útil, y buscar el mejor costo con la mejor calidad.
Ah un punto muy favorable, ha sido lo del rubro de antojos. En sí solo en dos ocasiones me ha pasado lo de tener la necesidad apremiante. Unas 5 rebanadas de papitas saladas, y unos tamales. Fuera de eso es totalmente controlable. El mito popular auspició que mi sacrosanta jechu, se apersonara en el búnker, cargada de algunos de mis alimentos favoritos. Así que podemos suponer que su futuro nieto, estará complacido de antojos que no tuvo pero que su madre disfrutó respaldándose en su nombre. Glotonería S.A. de C. muy V.
Yo creo que un día se darán cuenta que era mejor no mezclar estos temas por acá. Yo también me doy cuenta de ello desde ahora. Ya me urge salir a pasear. Queda pendiente, a mediano plazo, tener un lugarcito disponible y así poder comprar algunos libracos. Se me suspendió la compra porque no hay espacio físico disponible y mientras no se haga la movilización de mis cachivaches no entra un clavo más. Ya me urge que venga ese carpintero.
Lo que llegó fue un libro, a manera de 1er regalo para el bebé, donde se supone que redactaré historias fantásticas, en algun momento. O espero que realmente pueda hacer algo decoroso.
Cuando leí algunas de las preguntas-anécdotas, temo que mi sinceridad acabe con la ilusión de mi hijo, cuando a su debido tiempo lea el inicio de su historia y encuentre cosas como éstas:
¿Cómo supo mamá que estaba embarazada?... Cuando quiso tomarse una taza de café tamaño cazuela, se le ocurrió primero hacerse una prueba de forma prematura. Casi le da un infarto, con la primera de las 15 pruebas de embarazo que se hizo, nada más para confirmar.
¿Cuál fue la reacción del padre?... Abrió los ojos, hizo mutis.
Mucho me temo que piense que su madre solo estaba loca, y su padre huyó ante la noticia.
Tal vez haga falta tomarnos la licencia poética y adornar con alguna frase tipo "nuestros ojos se llenaron de lágrimas y nos abrazamos dando gritos de alegría".
O con buena suerte, este hijo mío al leer su historia verídica, solo abra los ojos, le dé un sorbo a su café tamaño cazuela y diga, de aquí soy.
4 comentarios:
el embarazo leyendo este post me da la certeza que no .... las mujeres no se estupidizan
tan consiente siempre Zereth tan templada tan sincera
tu hijo no será ningún estúpido a lo mucho se reira y mofará junto contigo de esas frases rosas que se afanan en adornar los cuneros o las vitrinas de aparador
:D
besoos¡
sin embargo la mayoria de las embarazadas primerizas terminan idiotizadas y gastando hasta en lo que ni saben que tendran, me da gusto leerte, espero que todo este llendo de maravilla, y no creo que tu hijo se desilucione, si hereda tu genial sentido del humor (que a mi me gusta) sabra que lo tomaste con mucho humor tambien, dejo saludos!!
Jolie, o andando con lobos, se enseñará a aullar. :D
Lord, que te tengo un poco abandonado, pero ya repondré esas ausencias.
Me encantó eso del soliloquio... Soy fan de tu etapa ñoña :P jajaja
Y eso de los antojos!!! uff... si algún día llego a estar embarazada, quiero ser como tú... poder controlar los antojos... ahhhh! con lo que me gusta lo dulce!!! Será definitivamente, un acto heróico :D
En cuanto al 1er regalo... mmm y ese librito no trae un espacio dónde poner el 1er cabello del bebé y su cordón umbilical? jajaja mi mamá tenía uno así que le dieron para mí jajaja Y yo lo rellené con mis palabras cuando fuí mayor... a ella no le causó el más mínimo encanto :P
Saludos
Pd... fe de erratas "...Pero, el clamor popular a auspiciado que mi sacrosanta jechu"
Debe ser HA, no a.
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