Muy temprano, cerca de las 11 de la mañana, me dispuse a realizar la encomienda que me dejó el acompañante.
Displicente ante mis recién adquiridas tareas de secre, hice uso de todas mis tretas para escabullirme hasta que no pude postergar más el encarguito.
Hablar por teléfono a los de la aseguradora.
Mta.
Mi vida bloguera se hizo presente, cuando a la primer llamada recordé cierta etiqueta que usa el Sr. Trajeado "me quiero volver chango".
Sucedió de esta manera:
-Buen día, necesito saber el procedimiento para efectuar la programación de una cirugía.
-Atendemos de 9 a 2 y de 4 a 6.
-Eh, son 15 minutos para las 2!, así que le escucho.
-Ah ya se fue el que la podía atender.
Plop, me recobro y digo, -ok, a las 4 de la tarde con 15 minutos será posible que ya les encuentre de regreso.
-Atendemos de 9 a 2 y de 4 a 6.
Sí, a final de cuentas soy yo quien no le entiende en qué huso horario me lo estará diciendo.
Hablé 4:30, por supuesto, no hubo quien contestara mi llamado, se les habrá hecho un pelín tarde.
Justo aquí, le puse esa etiqueta a la imagen mental. ¿En qué planeta, atendemos hasta las 2 significa que 15 minutos antes de dicha hora ya no es posible? De toda la galaxia, tuve que aterrizar justo, exactamente en donde sí ocurre.
Segundo día, cual retrasada mental, le pido que me vaya diciendo con calma mientras deletreo el procedimiento en mis apuntes. A manera de excusa, le comento que no he realizado tal procedimiento nunca antes. La señorita solo tiene prisa por colgarme. Bueno, le detengo tanto como puedo hasta que me queda más o menos claro, salvo un procedimiento que se quedó en el limbo.
Tercer día, el acompañante sigue teniendo dudas. Diabólicamente le acerco el teléfono 01-800 a donde puede marcar y preguntar a sus anchas.
Por supuesto, no quise perderme la escena. Ante toda mi maldad, tuve una victoria pírrica. A quien le preguntó, lo dejó colgado varios minutos, mientras el acompañante me hacía muecas de que el tipo no tenía ni la más soberana idea de lo que le había preguntado. Nosotros con la guía entre las manos, explicando lo que la póliza incluye, o en todo caso NO excluye. En resumen, hay que volver a hablar a la oficina cucha, donde ya tengo experiencia.
Yo no tenía duda alguna de que lo último que quería en la vida era volver a hacerlo. No valieron mis lamentos. En un análisis de situación y tomando el factor horarios, salgo bailando. Me toca de nuevo. Refunfuño, ¡sí! cuento con más tiempo, pero ganas es lo que no tengo.
Grrrr, en nombre del amor, y demás frases auto-saboteadoras, voy de nuevo.
Tres llamadas para tener suerte, hechas a diferente hora, de las factibles. Bingo.
Yo no sé qué prisa tienen por explicar lo menos posible. Si no tuviera la duda no existiría la más remota posibilidad de que me dieran ganas de hablarles por teléfono. Y no tomé un número al azar, luego de varios cruces de información resulta que es solo en esa oficina donde pueden orientarme. ¿Por qué entonces tratan de confundirme ante lo que sea que pregunte?. Por supuesto que no tengo idea de los formatos ni de su llenado ni es algo que debiera conocer por anticipado. Luego me formo ideas malsanas, pero así con la exactitud con la que cobran, es la amabilidad y calidad con la que requiero el servicio.
¡Si al menos, me hubiese contestado un tipejo Pectorales Sawyer!, sin dudarlo habría hecho cita para que me explicara de viva voz, susurrante si fuera posible.
Displicente ante mis recién adquiridas tareas de secre, hice uso de todas mis tretas para escabullirme hasta que no pude postergar más el encarguito.
Hablar por teléfono a los de la aseguradora.
Mta.
Mi vida bloguera se hizo presente, cuando a la primer llamada recordé cierta etiqueta que usa el Sr. Trajeado "me quiero volver chango".
Sucedió de esta manera:
-Buen día, necesito saber el procedimiento para efectuar la programación de una cirugía.
-Atendemos de 9 a 2 y de 4 a 6.
-Eh, son 15 minutos para las 2!, así que le escucho.
-Ah ya se fue el que la podía atender.
Plop, me recobro y digo, -ok, a las 4 de la tarde con 15 minutos será posible que ya les encuentre de regreso.
-Atendemos de 9 a 2 y de 4 a 6.
Sí, a final de cuentas soy yo quien no le entiende en qué huso horario me lo estará diciendo.
Hablé 4:30, por supuesto, no hubo quien contestara mi llamado, se les habrá hecho un pelín tarde.
Justo aquí, le puse esa etiqueta a la imagen mental. ¿En qué planeta, atendemos hasta las 2 significa que 15 minutos antes de dicha hora ya no es posible? De toda la galaxia, tuve que aterrizar justo, exactamente en donde sí ocurre.
Segundo día, cual retrasada mental, le pido que me vaya diciendo con calma mientras deletreo el procedimiento en mis apuntes. A manera de excusa, le comento que no he realizado tal procedimiento nunca antes. La señorita solo tiene prisa por colgarme. Bueno, le detengo tanto como puedo hasta que me queda más o menos claro, salvo un procedimiento que se quedó en el limbo.
Tercer día, el acompañante sigue teniendo dudas. Diabólicamente le acerco el teléfono 01-800 a donde puede marcar y preguntar a sus anchas.
Por supuesto, no quise perderme la escena. Ante toda mi maldad, tuve una victoria pírrica. A quien le preguntó, lo dejó colgado varios minutos, mientras el acompañante me hacía muecas de que el tipo no tenía ni la más soberana idea de lo que le había preguntado. Nosotros con la guía entre las manos, explicando lo que la póliza incluye, o en todo caso NO excluye. En resumen, hay que volver a hablar a la oficina cucha, donde ya tengo experiencia.
Yo no tenía duda alguna de que lo último que quería en la vida era volver a hacerlo. No valieron mis lamentos. En un análisis de situación y tomando el factor horarios, salgo bailando. Me toca de nuevo. Refunfuño, ¡sí! cuento con más tiempo, pero ganas es lo que no tengo.
Grrrr, en nombre del amor, y demás frases auto-saboteadoras, voy de nuevo.
Tres llamadas para tener suerte, hechas a diferente hora, de las factibles. Bingo.
Yo no sé qué prisa tienen por explicar lo menos posible. Si no tuviera la duda no existiría la más remota posibilidad de que me dieran ganas de hablarles por teléfono. Y no tomé un número al azar, luego de varios cruces de información resulta que es solo en esa oficina donde pueden orientarme. ¿Por qué entonces tratan de confundirme ante lo que sea que pregunte?. Por supuesto que no tengo idea de los formatos ni de su llenado ni es algo que debiera conocer por anticipado. Luego me formo ideas malsanas, pero así con la exactitud con la que cobran, es la amabilidad y calidad con la que requiero el servicio.
¡Si al menos, me hubiese contestado un tipejo Pectorales Sawyer!, sin dudarlo habría hecho cita para que me explicara de viva voz, susurrante si fuera posible.
8 comentarios:
ah, las maravillas del soporte telefónico, no me estrañaría que antes de todo eso te tuvieras que enfrentar primero a un menu de n-mil opciones, todas menos la que uno necesita.
pero bueno espero al final hayan podido programar la operación.
acabo de pasar por lo mismo con un trámite ante la Profedet, y después de como 15 llamadas, al fin me canalizaron correctamente, en fin Paciencia, espero que cuando menos ya este programada la cirugía
Mirna
esta burocracia es imperdonable, sea en vivo o por telefono, admiro tu paciencia, dejo saludos!!
Por qué serán TAN efectivos??? ASH!!! Secre... saludos. jajajaja
Ach!! todos son iguales!!! espero que hayas logrado tu cometido al final de cuentas.
Probablemente, como en muchos otros casos de respuesta telefónica, la atención de tus llamadas se enruto a un país bananero al otro lado del mundo, donde además, el pago del 01 800 les sale considerablemente alto...motivo por el cual se dió esa situación de "si le atiendo pero no...", además de que la diferencia de 15 minutos a las dos corresponde a otro uso horario...
Sugiero balconear a la aseguradadora, ja!
Esperamos pueda mejorarse la calidad de la atención, sobre todo para el momento estelar...la mejor de las vibras.
Hola, llegue aqui haciendo clicks de aqui para alla, y me encanto' tu forma de escribir y de ver las cosas, vamos, me has hecho disfrutar la narracion de un tramite tan tedioso como inoperante, te felicito, tienes un blog exquisito, saludos a todos;
Grass
Esos son nuestros pequeños purgatorios terrenales, en fin, todo por gozar de buena salud.
Saludos
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