Así que el elegido es el reciente libro de Xavier Velasco. Tal vez tengo expectativas muy altas, aunque no acostumbro hacerlo, es inevitable recordar el buen rato que pasé con Diablo Guardián. Hubo otros textos pero ninguno tan contundente. Así que ahora estoy por confirmar si es el escritor que considero capaz de sobreponerse a un éxito de ventas.
Como reza el título, hay días en que pareciera que debiera explicar, y podría hacerlo pero me da flojera. De hecho, hoy es de los poquísimos días en qeu por su bien, no me busquen camorra. Los días anteriores han estado pesados, y es parte de vivir, temer por la gente que quieres. Por eso es muy fácil vivir sin ataduras, aunque eso signifique vivir solo.
Podría explicar que todo se debe al calor, o demasiado tránsito vehicular, o una combinación de sol desértico, calles plagadas de conductores sin la más peregrina idea de civilidad y reglamentos. Aunque el mundo no tiene la culpa y finalmente siempre buscaré mis puntos de fuga.
Hoy no estoy de humor para aguantar a nadie. Lo he pensado hace años, mientras cruzaba Reforma, y justo después de entrar a mi departamento, el mundo desaparecía. Y así es, uno necesita su propio espacio, cuando el resto del mundo parece desbaratarse, y el mío está en textos, en otros mundos.