sábado, 28 de julio de 2007

Conversaciones

Hoy fué uno de esos días en los que me siento castigada, alguna fregadera hice en mi planeta que me castigaron aventándome unos años al planeta de los simios.
Resulta que estaba yo muy feliz y muy contenta, porque ayer fué un día bueno, mi agenda ha ido llenándose, también estoy aprendiendo a cobrar más caro por mi opinión profesional, tengo un viajecillo cercano, e ingresando ese dinero a mi cuenta ya puedo planear en que invertirlo... todo bien hasta ahí.
Estoy convencida que el trabajo no es un club social, o sea, trabajo porque me gusta, y además genera ingresos a mi cuenta bancaria, soy feliz haciendo mi chamba, pero no crean que eso incluye que automáticamente tengan que caerme bien todos con quienes me relaciono profesionalmente, y por supuesto tampoco tengo que agradarles. Ahora, no se trata de llegar en plan de me vale tripa y se joden porque les voy a mostrar que tan horrible puedo ser... no, nada de eso.
El caso es que hoy, hoy, hoy... mi paciencia ya estaba en números rojos.
Y todo por un problema de comunicación.
La mejor manera de aprender a conversar es conversando... un toma y daca. Realmente conozco poca gente que puede llevar un monólogo y que su inteligencia lo salve de ser monótono, para lo cual se requiere que aporte información útil para su auditorio.. y una buena dosis de efecto hipnoptizante. Para el resto de los mortales no sucede así, entonces lo mejor es aportar y recibir información.
Ahora, en una reunión social, donde se trata de conocer gente, lo mejor es tener intereses mutuos, y nutrirlos con los intereses diferentes. Así, un grupo de amigos de la escuela tendrán temas en común: la escuela donde fueron, maestros, compañeros, clases, probablemente programas de televisión, películas y libros favoritos muy similares.. En cambio, lo no común es que uno tenga afinidad por la pesca y otra persona por el ping pong. Uno podría enseñarle al otro las bondades de su pasatiempo "no común", y ambas personas obtienen información que puede generar el aprendizaje de nuevos pasatiempos, o de perdida el convencimiento de que esa actividad qeu hasta el momento no les agrada, les agradó menos después del relato... o sea, se afianzaría una idea previa.
En el campo laboral, si bien se requiere un sistema básico de "buenas maneras" para relacionarse, no se trata de "caernos bien", sino de llevarnos lo mejor posible para obtener un (o varios) beneficio(s) en común.
En el área médica, es indispensable ser lo más claro posible... escuchar atentamente y opinar lo más objetivo posible.
Pero hoy no fué posible, normalmente uno escucha, pausa, opina, de ida y vuelta.
Aquí lo más curioso es que yo estaba cómodamente en el consultorio y llega "sujeto A" (que no es médico) a pedir mi opinión.
Yo escuché pacientemente:
-Tal paciente, bla bla bla bla
pausa,
Intentando organizar los datos dispersos, reestructuro el caso y pregunto algunos detalles en específico pero me interrumpen con datos irrelevantes...
pausa,
escucho nuevamente, algo más al respecto?...
ok, te explico ( y nuevamente sujeto A se ponía a hablar mientras yo le explicaba).
Tercera y vencida.
(Yo pocas pulgas)
-Dime lo que has hecho, ok, espero tu informe por escrito, el paciente tiene cita próxima conmigo y después de mi evaluación hablamos.
Demonios! Estoy consciente que hoy no era uno de esos días en los que mi paciencia brilla con luz propia... pero me desesperaron antes de tiempo, porque me exaspera una plática improductiva, o sea, que afán de preguntarme para interrumpirme?
Y no es en plan de "yo conozco más del tema porque es mi especialidad!! papá!" Simplemente es caray, si uno tiene disposición por compartir por qué la gente desperdicia el tiempo preguntando lo que no quiere saber?

4 comentarios:

Pilar Nieto dijo...

Creo que fuiste víctima de un momentos brutus de alguien que posiblemente pasó por lo mismo que tu...jejeje

En realidad no lo sé... a lo mejor lo único que en verdad requería era un poco de atención aunque en realidad no le interesara la respuesta.

Saludos

Pily

Exenio dijo...

La paciencia es un remedio que se debe tomar en dosis pequeñas para evitar caer fulminado por sus efectos; no toda la gente es tan organizada ni mental ni materialmente y (coincido con Pily) a veces sólo queremos un poco de atención...

LadoGe dijo...

Mera y llanamente a eso le llamo "mala educación", cuando me sucede algo asi, simplemente interrumpo la interrupción, preguntando, necesitas la explicación o no?, qué si es mala educación la mía? puede ser que si, pero al menos le queda claro que tiene que aprender a conversar como Dios manda conmigo...

Soy de lo peor

Zereth dijo...

Pily, un lapsus brutus? La profesión es diferente, aunque sujeto A y yo veamos un mismo paciente, se aborda cada uno a lo que le corresponde y el comunicar cada parte es esencial para beneficio de ese paciente.
Entonces el sábado mi paciencia se agotó con alguien que ni siquiera evaluó lo que debía. La respuesta yo ya la tenía, ni modos hay momentos en los que se puede enseñar y hay gente con la que por mucho que me empeñe nada más no da.

Exenio, mi atención es lo que menos requería, ya habrá momento para que suejto A entienda lo que no quiso saber.

Geo, mira que mi paciencia puede ser mayor al común, pero en trabajo no, y sí, de buena gana me imaginaba dando una interrupción abrupta a la "consulta interrumpida".

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