Propósitos de fin de año

Hace algunos años, en este blog hice una lista de propósitos, que no de buenas intenciones, sin mucha relación a las fiestas decembrinas.

Por lo regular no soy de hacer lista de propósitos para un año, eso es demasiado tiempo para los buenos deseos, y muy poco tiempo para los proyectos importantes. Me gusta más el hecho de hacer listas, incluyendo la del super.

Este año solo tengo un propósito, que lleguemos mis afectos y yo al último día con la menor cantidad de raspones posibles.

Porque definitivamente ha sido un año rococó, que nos ha dejado cicatrices profundas, y el recordatorio de que todo es simplemente temporal. No todo ha sido malo por supuesto, a cada experiencia se le debe buscar la carnita, lo jugoso del asunto., que los raspones no sean en vano. Este año, me despedí de personas que quiero, pero valoré más a mis amigos, a los de pura cepa. Mi familia siempre ha estado conmigo, y es cierto que tengo mucha, buena, mala o regular, pero soy una de los suyos y ellos parte de mi vida. Juntos, mi familia y mis amigos, son lo más destacado y son quienes han hecho rescatable este periodo de tiempo. Si en algo se mide la buena suerte es en la cantidad de amor que recibes.

No me corre prisa porque termine el 2011, ninguna como la que me da por probar el bacalao, y degustar uno a uno los platillos de la cena de Navidad. Mi optimismo desbordado se manifiesta si de comer se trata. De los fines del mundo no me aflijo, el de los mayas es otra interpretación de los muchos fines que he visto.
La verdad es que el optimismo es algo que también se sirve en grandes proporciones en las cenas de fin de año y para el día de reyes ya se descompuso. Pero no dejen de brindar, que el torito no los amedrente, que la resaca no los alcance. Al otro año ya veremos, que a éste todavía le faltan varios días.

Felices fiestas




Foto: The moment, por stephen.willis en flickr.com. Usada bajo licencia creative commons Attribution-Share Alike 2.0 Generic.