martes, 19 de febrero de 2013

Va de nuevo


Feliz año nuevo!

Una vez pasada la fiebre del amor estoy preparándome para disfrutar de unas vacaciones de semana santa.

Esto es, empezar a amarrarme el pico, ilusionándome con la idea de poder lucir el bikinazo en alguna paradisiaca playa o balneario o azotea, propia o ajena.

Lo que ha pasado mientras tanto, es que me dediqué a echar en marcha una idea laboral que traía en mente desde hace tiempo. Luego de muchos ahorros, ̶d̶i̶l̶a̶p̶i̶d̶é invertí mis cuantiosa fortuna de 3 pesos. El caso es que ahora estoy trabajando para recuperar mi inversión, y luego poder gastarlo con menos remordimientos, y a su vez eso me motive a seguir trabajando para ganar más dinero y volver a gastarlo, esto se repetirá infinitamente, porque así funciona la triste vida aristócrata de la nueva era.

Hace años, cerca de mis primeras dos décadas de vida, llegué a pensar que a mis cuarenta años habría amasado ya al menos mi primer millón. Ahora, veo que o me rejuvenecen o empezamos de nueva cuenta porque no veo claro. Ahora, que nunca me propuse bien en esa faena, dado que mis aspiraciones han estado más enfocadas al terrible esfuerzo mental por comprender al mundo y sus extraños habitantes, los microcosmos, la espiritualidad entendida como la belleza estética de todo lo imaginable y otros enjuagues que impiden que uno esté picando piedra y sudando para ganarse el pan.

Dios bien sabe que soy terriblemente desapegada a las pertenencias materiales, como también mi terrible gusto por estrenar trapos y tener mi mundito con vistas bonitas, el confort del clima, comer cantidades generosas de proteína animal, las espirituosas bebidas del color de la sangre y si son de reserva mejor y si se apellidan Cabernet Sauvignon, Malbec y de algunos otros apellidos ilustres me gustan mucho más, y supongo que junto a la lista de mis caprichos mundanos, al ente superior también le llegó el aviso de que soy atea de clóset.

En fin, yo nunca prometo regresar, nada más que me cansé de esperar que los de los blogs de este vecindario actualicen y me acordé que yo tampoco lo había hecho desde que encontré a mi peluquero.


Ok, volví otra vez, regálenme las dádivas de sus comentarios. Bueno, así a la fuerza no pues.



5 comentarios:

El hombre del traje gris dijo...

hace tanto que no disfruto de un buen vinito con pasta o un buen quso... puff. también extraño esa vida sibarita :p

siempre cada año pienso en mejorar mi economía y siempre algo se atraviesa... ahorita espero cada catorcena para bajarle un poco mas a mis deudas, que por cierto este mes mis cortes fueron deprimentes :( pero en fin... asi es la vida.

Saludos

Jo dijo...

un Cabernet Sauvignon, o Malbec... actualizaron y yo siempre los leo a ti y al trajeado¡¡¡¡ :)

que creen que un blog es un juego
o una moda
o que! muchachos de porra


:)

Sergio DS dijo...

Aunque sea casi marzo... ¡Feliz año!, ¿por qué no?.

Bienvenida a tu casa.

HSR dijo...

Esto de la escritura en el siglo XXI es un ir y venir, cuesta actualizar la reflexión sobre uno mismo, y el mundo que nos rodea, pero no hay nada que valga más la pena.

Habría que pensar también en una "economía de la pluma", ¿no crees?

Saludos.

Zereth dijo...

Trajeado, eso del asunto del dinero, debiera preocuparnos menos, pero mientras uno quiera comer por lo menos 3 veces al día, está cañón.


Jo, síii, ni que esto fuera un juego, hay que darle más seriedá

Gracias Sergio

Héctor, sí, y en mi caso, cuando supe que había lectores demasiado cercanos a mí, empecé a autocensurarme. Finalmente, creo que si dejo de escribir para no incomodarles, es más fácil que no me lean jajaja.

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