Tormentas

El día de ayer en Buenos Aires poco antes de la tormenta.










Y mientras tanto, alguien libra otro tipo de tormentas, algunos podremos contar historias sobre que salimos invictos, otras salimos bien raspados, el chiste es que en eso del amor siempre hay muchas sorpresas, buenas y malas.

Yo prefiero la querencia, no siempre se han dejado, pero al menos prefiero querer mientras sea posible, que el amor sea eterno aunque cambie de acompañante.

Me han contado, de gente que se transforma, tipo "devuélveme mis muñecos de peluche" como si se pudiera devolver lo vivido, alguien ha dicho "devuélveme lo que te quise"? "devuélveme lo que te pensé", o al menos" lo mucho que te extraño"?. Hasta pareciera que la única forma de despedirse fuera portándose lo peor posible, como dando el incentivo para olvidarles lo más pronto posible y borrar sus datos de la agenda personal.
Bueno, los hay unos más chillones que otros, no porque sea malo tirar lágrima si se sienten de la fregada, pero qué necesidad de hacer más difícil el trance?. Mucho se agradecería que dijeran bueno, te dejo el coche, con estéreo para que pongas música y me extrañes berreando a gusto al escuchar "mi canción", y en nombre de la antigua querencia pues de una vez con clima, para hacer más confortable el episodio.
No hay episodios confortables?, pues hay algunos métodos, yo tengo los míos.
Creo que cada quién averigua sus modos de acuerdo a sus circunstancias.

Yo conozco a alguien con la frente marchita, en éstos momentos.