Por lo visto alguien tuvo a bien abrir una fecha para mi show, y también yo viajaré, voy a una reunión anual de toda mi parentela, y otra vez a comer como pelones de hospicio, compartir información y de pasadita hacer mi itacate para el regreso.
Usted puede imaginar que viajaré en first class como correspondería, pero no, justo hoy fui a comprar un boleto a la terminal de autobuses, en primera clase aunque no la que yo quisiera... soy parte del peladaje.
La diversión comienza desde antes de llegar a la ventanilla,... hay varias ventanillas con un letrero indicando los destinos que están disponibles para cada ventanilla, pero no haga mucho caso la dependienta no está enterada de eso, cualquier ventanilla vende hacia todos lados, uno se forma en la fila que más le agrade dependiendo de su análisis sobre la capacidad del dependiente, que el sistema de su pc no falle en los próximos minutos o al menos el tiempo que le tome llegar a la ventanilla elegida y comprar su boleto, y sobre todo el utilísimo estudio de personalidad de todos los compradores ya formados antes de usted.
Ahí estoy formada, y debí suponerlo pero antes de las 8 de la madrugada mi lógica avanzada todavía no llega, el que estaba delante de mí por supuesto que tenía cara de buena gente tan así que alguien se le incrustó. Mal augurio. Ver un señor lidereando un grupo de gente que incluía 3 niños y una señora, y él cargando 2 mochilotas a puro lomo, sudado con cara de ansiedad y con un billete de 500 pesos en la mano no vaticina nada bueno.
aplicando un movimiento de tacleo el señor de las mochilas apañó la fila. mmmmmta.
Ok, paciencia, llevar mochilas cargando y chamacos a dos manos merece respeto, que si algún día decido multiplicarme sospecho que Murphy me tendrá preparadas muchas sorpresas.
El caso es que parecía el señor de las mochilas aparentaba llevar prisa, pregunta por las salidas hacia su destino, se apoya en el mostrador (con las gotas de sudor recorriéndole el rostro), medita un momento, voltea y enterando a su séquito y a todos los presentes incluyendome: Sólo hay por AU.... que hacemos, sí nos vamos????, la segunda al mando (o primera ya no se bien) se acerca con toda su calma, mientras muchos pares de ojos observamos a detalle, la señora se ubica a su lado, y entran en discusión, por supuesto la niña de 8-10 años hace manifiesto su desagrado por la hora de salida disponible, y después del team back acuerdan comprar los boletos. Poco faltó para que nosotros los espectadores aplaudiéramos.
Desde cuándo habrán planeado su viaje? Son fans de la espontaneidad?, pero después de realizar varias maletas?, tan solo el tiempo que te lleva introducir ropa en ellas es tiempo suficiente para estudiar tus posibilidades de huída, imaginar los escenarios factibles, decisiones a tomar probables. No frieguen, los niños listos para aventarse a una alberca o playa, y se preguntan en la ventanilla si compran o no los boletos?
Lo sé, podría comprar mi boleto por ticket bus cómodamente desde mi casa, la compra es cómoda, pero ya tuve mi experiencia religiosa, anteriormente ya viví eso de llegar dueña de la situación, con el tiempo indicado por la empresa para recoger tu boleto y listo. Pero no, en México no funciona así. Eso está en mi sueño guajiro, mi vida parelela perfecta. La realidad fué que llegué y me congelaron la sonrisa en cuanto me informaron que hiciera fila y esperara unos minutos que el sistema se había caído (pues de dónde lo cuelgan?), mi boleto lo tuve 10 minutos después de la hora de salida, por supuesto yo corriendo de la ventanilla hacia el camión como en competencia de relevos, mis coronarias no resisten ni una corrida de esas ni la emoción de haber pagado y no tener segura tu salida.
Usted puede imaginar que viajaré en first class como correspondería, pero no, justo hoy fui a comprar un boleto a la terminal de autobuses, en primera clase aunque no la que yo quisiera... soy parte del peladaje.
La diversión comienza desde antes de llegar a la ventanilla,... hay varias ventanillas con un letrero indicando los destinos que están disponibles para cada ventanilla, pero no haga mucho caso la dependienta no está enterada de eso, cualquier ventanilla vende hacia todos lados, uno se forma en la fila que más le agrade dependiendo de su análisis sobre la capacidad del dependiente, que el sistema de su pc no falle en los próximos minutos o al menos el tiempo que le tome llegar a la ventanilla elegida y comprar su boleto, y sobre todo el utilísimo estudio de personalidad de todos los compradores ya formados antes de usted.
Ahí estoy formada, y debí suponerlo pero antes de las 8 de la madrugada mi lógica avanzada todavía no llega, el que estaba delante de mí por supuesto que tenía cara de buena gente tan así que alguien se le incrustó. Mal augurio. Ver un señor lidereando un grupo de gente que incluía 3 niños y una señora, y él cargando 2 mochilotas a puro lomo, sudado con cara de ansiedad y con un billete de 500 pesos en la mano no vaticina nada bueno.
aplicando un movimiento de tacleo el señor de las mochilas apañó la fila. mmmmmta.
Ok, paciencia, llevar mochilas cargando y chamacos a dos manos merece respeto, que si algún día decido multiplicarme sospecho que Murphy me tendrá preparadas muchas sorpresas.
El caso es que parecía el señor de las mochilas aparentaba llevar prisa, pregunta por las salidas hacia su destino, se apoya en el mostrador (con las gotas de sudor recorriéndole el rostro), medita un momento, voltea y enterando a su séquito y a todos los presentes incluyendome: Sólo hay por AU.... que hacemos, sí nos vamos????, la segunda al mando (o primera ya no se bien) se acerca con toda su calma, mientras muchos pares de ojos observamos a detalle, la señora se ubica a su lado, y entran en discusión, por supuesto la niña de 8-10 años hace manifiesto su desagrado por la hora de salida disponible, y después del team back acuerdan comprar los boletos. Poco faltó para que nosotros los espectadores aplaudiéramos.
Desde cuándo habrán planeado su viaje? Son fans de la espontaneidad?, pero después de realizar varias maletas?, tan solo el tiempo que te lleva introducir ropa en ellas es tiempo suficiente para estudiar tus posibilidades de huída, imaginar los escenarios factibles, decisiones a tomar probables. No frieguen, los niños listos para aventarse a una alberca o playa, y se preguntan en la ventanilla si compran o no los boletos?
Lo sé, podría comprar mi boleto por ticket bus cómodamente desde mi casa, la compra es cómoda, pero ya tuve mi experiencia religiosa, anteriormente ya viví eso de llegar dueña de la situación, con el tiempo indicado por la empresa para recoger tu boleto y listo. Pero no, en México no funciona así. Eso está en mi sueño guajiro, mi vida parelela perfecta. La realidad fué que llegué y me congelaron la sonrisa en cuanto me informaron que hiciera fila y esperara unos minutos que el sistema se había caído (pues de dónde lo cuelgan?), mi boleto lo tuve 10 minutos después de la hora de salida, por supuesto yo corriendo de la ventanilla hacia el camión como en competencia de relevos, mis coronarias no resisten ni una corrida de esas ni la emoción de haber pagado y no tener segura tu salida.
2 comentarios:
(por Au? jejejejejeje)
Una vez en la capu yo había comprado mi boleto con suficiente antelación y demás pero no contaba con la astucia de alguien más entonces saltando obstáculos y señoras con cemitas logré llegar a mi ADO favorito.. fiuf
Bon voyage!!!!!!
(quiubo con la internacionala)
Jo, al final el único que no viaja estas fiestas yo, joooooooooooooooo.
Por cierto a esta familia lo que le pasa es que le gusta la aventura, la aventura de ver si se van de viaje, je, je.
Un besote, que disfrutes.
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