lunes, 30 de enero de 2012

Cancionero sentimental

Uno recopila vivencias y en mi caso, hay una canciòn que bien podrìa enmarcar cada episodio.
También le echo de mi cosecha. Afortunadamente, los recuerdos son moldeables y uno acomoda la historia de su vida a su conveniencia.

Triunfé en el amor y nunca he llorado, como dice José Alfredo Jiménez. Así merito. Las veces que lloré no fue por no ser amada, sino por no saber què hacer con tanto.

Así mi cancionero, acumula infinidad de tìtulos en sus distintos géneros. De mucho más joven ya se me veía la distorsión hacia la vida bohemia, ni siquiera había besado pero yo ya cantaba las de rompe y rasga. Mis hermanos decían que escuchaba música aburrida. Joaquín Sabina era detestado por todos cuantos me conocían, lo que pasa es que todavía no me juntaba con quienes se convirtieron en mis mejores amigos, y saben apreciar las geniales letras de sus canciones.


A mi acompañante lo conocí, y alguna vez ya lo conté, en circunstancias impropias, y tuvo la osadía de dejarme plantada, a cambio de un plantón que le dí. Sí, este hombre tan seriecito sabe jugar rudo sin dejar de sonreír.
Pero su verdadera proeza la hizo en un café El Péndulo. Había una promoción donde respondías una trivia y el consumo era gratuito. Dicho y hecho, constaté que conocía perfectamente quién era Sabina y se ganó mi admiración y asombro, además del consumo gratis. Nunca se me ha quitado el entusiasmo, cualquier día me sorprende.

Ese hombre que convirtió una canción de Sinatra en nuestra canción, también me canta Luces de Nueva York, y uno no puede imaginarlo, es algo contradictorio pensarlo como un integrante de la Sonora Santanera con esa voz tan gruesa y solemne.


Fue en un cabaret donde te encontré bailando
vendiendo tu amor, al mejor postor soñando

Aclaro, por si tenìan la duda, nunca he sido cabaretera. Pero la canta con tal sentimiento que deja la duda en el aire si no me conocieran.
Desentonado hasta sus últimas consecuencias, no solo tiene problemas con el ritmo sino con la velocidad de las melodías, yo diría que de plano tiene muchas habilidades pero el canto le está negado.

Ayer mismo, intentaba buscar una canción en youtube, de sus preferidas de Sabina pero tal parece que no goza de la preferencia de los usuarios.
Vaya, este hombre sabe que soy una convenenciera, y un día partiré de su vida dejàndolo sin un peso partido por la mitad. Yo prefiero no aclarar nada al respecto.

La noche que Guillermina,
no contenta con la patria potestad
y el ático en Concha Espina
quiso el Volvo en propiedad
tirado en una cuneta me desperté
a dos leguas del Cafè
y una maleta al hombro llena de escombros
y un bollo de pan de ayer

5 comentarios:

El hombre del traje gris dijo...

Tengo un amigo con una Guillermina asi, jojo lo bueno que el no tiene ático ni volvo....

..."asociado en sociedad, con tales socios, se pueden imaginar, que los amores van mal..."

Jana dijo...

jaja la del cabaret esta chida aclaro que tampoco he sido cabaretera pero que sentimiento lleva esa cancion.
Y por cierto que bonito es que te canten :D

Jo dijo...

todos tenemos un soundtrack
y hasta al cantante... que preciso y sonante la canta y la siente y nos transmite todo....


y no tiene que ser la mejor
solo "nuestra canción"

Pilar Nieto dijo...

jajajaja yo tampoco lo imagino pero gracias por compartir! :D

Esa canción de Guillermina no la conozco, fan de Sabina pues tampoco aunque sí me gustan un par de canciones.

Si mi vida fuera un soundtrack... dice el interfecto que me queda más ser una Rocola que un disco en mp3.

La Balada Despeinada dijo...

Ay por eso nos caemos tan bien! el Sabina rules :)

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