Se busca búnker

No he enloquecido. (del todo)

¿No tiene mucho que hacer?, ¿está el mundo a salvo?, ¿podemos confiar en que si permanece unos minutos por éste su blog de confianza, no habrá un crash internáutico, alimenticio y/o económico? ¿incluyendo cybercafés?

Bueno, ya estoy libre de culpa, si se quedó se aguanta.

Acomódese porque le voy a contar una historia inventada. Pues imagine, yo venía tan campante llegando a mi casa, después de charlar con el Sr. taxista de ocasión, como soy cliente frecuente ya tengo a varios de confianza. Hago mi triunfal arribo a mi sacrosanto búnker, al menos ya estoy viendo la reja, con todos mis tambaches, porque cargo hasta con el paraguas en la bolsa, dejaría de ser mujer, eso sí, muy práctica, el otro día descubrí que llevo un rollo de diurex, (siempre útil). Ahí estoy, sosteniendo mochila, bolsa, bote de agua, sacando las llaves de su sitio (hay sitios para todo), me aborda el Sr. vigilante, me entrega un papel.
Abro los candados de la pureza, ahora llevo mochila, bolsa, bote de agua y papel en una mano, apenas cierro, no contengo mi curiosidad, empiezo a leer, y en resumen un aviso oficial de la encargada en el puesto de jefe de vecinos (hasta la victoria camaradas), que creo que ni siquiera sé donde está su casa, conozco a pocos vecinos y a los que conozco apenas de saludo, me he negado a tomar cafecito con galletas, bueno, no me niego rotundamente solo que tengo cierta resistencia, me visualizo Doña Demasiado Ego y siento que de sentarme ahí, mi pacto con Dorian Gray se disolvería como terrón de azúcar en el café (yo lo tomo sin azúcar, por si las moscas).

El manifiesto de la Jefa de vecinos, era para pedir encarecidamente que los que se retrasan en los pagos, pues que ya no se hagan roscas, salvada esa parte. Luego, la notificación de los episodios violentos, 2 intentos de robo, y 1 intento de ingreso sin invitación a una casa. Uno de los robos, incluía un radio nextel, luego un intento de extorsión y ya por últimas con 200 pesos se conformaron. El otro fué una bicicleta, hasta la jefa de vecinos vió que el joven ratero le cedió el paso cuando ella introducía su coche (todavía hay rateros caballerosos). Claro, al cuate que intentó entrar a una casa, se encontró a la dueña y en un acto heróico le espantó con que tenía un arma y ya con eso le dijeron usted disculpe, me equivoqué de casa.
Ah todo fuera como eso, siempre es bueno leer la nota roja, poco antes de abrir la puerta del búnker.
¡Mi búnker!
El intento de entrar sin invitación se refería a una casa cercana a la mía, ¿así que se equivocaron? ¿pues a cuál iban?

Abro la puerta de la casa y no quiero que se ría, pero ya casi entré como Bruce Willis, Sin City.
Ya ven que eso de liberar la imaginación me da problemas. Con mi súper arma de precisión... el bote de agua mortal.

¿Qué dijo, piensa que iba muerta del susto? Pues no realmente, sí me da temor, pero ¿qué cree que iba a decir? Sr. Ratero voy entrando, si está usted por ahí, no lo distraigo más, yo aquí vengo pero no se fije, que no molesto, mire soy un fantasma.

Caray, ¿ya no hay búnkers de seguridad?

Quienes usan el robo como modus vivendi se esfuerzan lo necesario, se requieren habilidades, cara dura y poca sensibilidad. Bien valdría la pena ocupar ese esfuerzo en algo más productivo, no dudo que entre los lectores de éste blog tendrían buenas ideas para emplearles.



Antes de que se vaya, no es por desconfianza, pero revise su cartera. Mire al de 2 blogs más allá, ¿no le ve cara de caco?